El nacimiento del ágil caballo español, también conocido como Andaluz, no tiene fecha de procedencia. Sin embargo, se han hallado referencias que señalan su existencia en la época prerrománica, en lo que hoy se conoce como España.
El rey Felipe II pone las bases definitivas para que el Pura Raza Española alcance su auge, mediante la creación en 1567 de las Caballerizas Reales de Córdoba. Ahí agrupa los mejores sementales y yeguas de las provincias que rodean a Guadalquivir que en aquel tiempo eran las más propensas a engendrar caballos. Así, nace la Yeguada Real, que llegó a ser la Yeguada Nacional.
Posteriormente, se enviaron multitud de caballos a América, siendo estos ejemplares la base de la mayoría de las razas que se criaron en este continente.
El caballo español, tiene gran reputación por su belleza, temperamento, inteligencia, y habilidad para la doma, por lo que siempre han sido ejemplares ideales para ejecutar ejercicios de la incipiente alta escuela, origen de la actual doma clásica.